Una historia para amenizar estas festividades de compras compulsivamente enfermisas.
Satán el accionista
En el infierno las cosas no son como las cuentan las novelas. El hombre rojo-cola de flecha, es en verdad un dulce anciano, un dulce anciano emprendedor. La empresas mas acaudaladas tiene de forma solapada la ayuda del magnate colorado, quién recurriendo a eternas promesas de protección y soluciones fáciles encabeza el directorio de “encalíllese y asociados”.
El no es un accionista de los que invierten en la banca, el no pierde el tiempo en trámites burocráticos, el actúa sembrando la codicia, en los corazones de los poderosos. El vendedor hace su oferta, el comprador decida si llevarla, pero justo en ese momento aparece su mano afanosa: ¡Si no tiene el dinero, utilice una divisa! ¿Cuantas empresas se han asociado a nuestro magnate? Todas aquellas casas comerciales que regalan a tajo y destajo unas brillantes tarjetitas plásticas multicoloridas, tienen su sello simpaticón. Este anciano es realmente un genio… hace creer a la multitud que su dinero se ha multiplicado, y que por ahora podrán comprar sin mirar sus bolsillos.
El drama viene después, cuando Satán te da la espalda. Encalillado hasta los dientes vuelves a la realidad y te deprimes, incluso algunos hasta planean su muerte… y ahí es donde Satán se ve recompensado. Una nueva alma para trabajar en su oficina, una nueva alma para su colección.
sábado, 29 de diciembre de 2007
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3 comentarios:
Primi tantas lunas sin postear!!! Que tierno don sata, es un amor, y todos somos weones al creer en la mano amiga que te da cuando uno anda con los bolsillos pelados. Me encantó tu post, muy interesante que se vincule a Satán en acciones comerciales.
Besos, te quiero
no fumes
de cual estai fumando cata?
SKT1
Javo.
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