El planteamineto de ideas, opiniones, sugerencias, críticas constructivas (y de las ácidas también) se desarrollaran en este blog. Una variete de lo que hoy día me interesa y que mañana quizás no tanto.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Esos locos bajitos


Hagamos una catarsis queridos amigos y expulsemos por un segundo a nuestro loquillo interior.

Siempre me he considerado un poco loca; mi mamá se ha encargado de recordármelo durante estos 20 años que llevo junto a ella.
Cuando era una niña chiquitita chiquitita y bien hincha pelota, recuerdo los veranos que pasábamos en familia en algarrobo. Recuerdo como mis papás se instalaban frente al mar con sus sillas y yo, muy motivada, amarraba mi toalla de "silvestre y piolin'' a mi cuello y corría por la orilla del mar a la velocidad de la luz intentando elevarme como lo hacía superman. El problema es que siempre terminaba comiendo arena: cuando ya creía haber alcanzado la velocidad máxima pegaba un salto que seguro me llevaría al infinito y más allá, pero mi redondo cuerpo caía como bunker sobre la arena. No entiendo porque nadie me dijo que eso era imposible, al contrario hay videos en que salen mis tiernos papas grabando esta patética escena y de fondo se escuchan risas muy parecidas al las del show de Julieto Videla.

Recuerdo también mi frenética búsqueda de la verdad con respecto a los ojos: encontraba insólito que hubiese gente que los tuviera de distintos colores, por lo que siempre que veía a alguien, fuera donde fuera le preguntaba de que color veía. por favor imagínense la escena.. - señora, señora, de que color ve usted?-. Si hoy se me acerca una cabra chica y me pregunta eso le diría: mijita convide de lo que esta fumando!.

Supongo que mas de alguno hizo pitanzas... que manera de pasarlo bien llamando a gente desconocida horas y horas y cantándole canciones de pocahontas con la Tola mi amiga loca de patio de la infancia. Bueno, debo confesar que no solo ella me acompañaba en esto, mi mamá era seca para ayudarme a hacer pitanzas, llamábamos a sus amigas y a mi vecina que me caía pésimo por que nunca me invitaba a su cumpleaños.

Desde enana me gustaron los negocios y con la Tola teníamos mas de alguno. Gorda.. te acuerdas cuando vendíamos limonada? Preparábamos una mezcla tan extraña que si no fuera por tus ojitos verdes y mi carita de inocente jamas nos hubiesen comprado. Entrabamos a la cocina y dábamos vuelta el sucedáneo de limón traverso en una jarra (nos daba lata exprimir limones), le echábamos azúcar y nutra sweet, todo junto, para que fuera light y normal. Nos instalábamos fuera de su casa con una mesa y una caja de helados que contenía ''el tesoro'' (la plata que ganábamos). Recuerdo una vez en que un camión de abastible se instalo frente a nuestro negocio y tres hombres peludos se bajaron a comprarnos. Mi buena amiga Tola rajo con el tesoro a la casa (pensando que eran ladrones) y me dejo sola, gracias a mi gran personalidad logré venderles todo el menjunge pero reconozco que tenía miedo...

Por último, están los disfrazes. Salíamos a la calle la Coté, la Tola y yo cada una vestida de una forma particular: una se vestía de normal, otra de loca y la otra de cuica. La loca siempre era yo... paragua en mano en pleno verano, una bota y una zapatilla, falda con calcetines largos y parka, con un peinado a lo Gloria trevi. Cuando encontrábamos a alguien en la calle hacíamos nuestra performance y nos presentábamos, por supuesto todo el mundo quedaba descolocado y para nosotras era lo máximo.

Bueno, eso es parte de lo que recuerdo, historias de niña que me encantaría volver a repetir.

Señor (a) lector (a), que historia tiene usted cuando era un(a) enano (a)?
deleitenos con su relato.

Sí, era una loca feliz.